Cuando lo encontramos en la calle era un canasto bastante firme pero con la tapa rota, muy difícil de arreglar. Después de pensar bastante, decidí que se convertiría en una mesa de luz para el cuarto de huéspedes. Para eso necesitaba que la tapa fuera rígida para soportar una lámara encima. Una vez que le saqué el tejido roto a la tapa, me encontré con que el marco era de madera de cedro, que lijé y enceré para darle brillo. Con un recorte de plywood que me regalaron en una obra (cortado a medida y todo!), recuperé la tapa, a la que decoré con un tablero de ajedrez hecho con decoupage. Para terminar, al resto del canasto le di una mano de barniz mate para realzar el tono del tejido.
todo parece tan sencillito contado por vos! Qué visión por favor! Tengo dos cosas juntadas en la calle y no se me ocurr ebien qué hacer!!!
ResponderEliminar¡Qué bueno! ¿Qué encontraste? La parte más divertida es imaginarte el mueble adaptado a distintas funciones (los muebles son increíblemente versátiles). Una vez que decidís adonde lo vas a poner y para qué lo vas a usar, podés empezar a pensar en la cosmética.
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