miércoles, 25 de abril de 2012

Si lo querés pintar, no lo lijes

Ya lo sabía. Si lo lijaba iba a encontrar madera antigua. Pero no me pude resistir. Lo lijé. Y era tan linda la madera que seguí y seguí hasta que estuvo todo lavado. Y ahora no lo quiero pintar…
Acá les muestro algunas fotos. Cuando lo termine se los mostraré completo. No estoy segura de algunos detalles, ni de adónde va a ir a parar. Lo que sé es que no lo voy a poder pintar.




Y la parte de atrás ¡también es de madera!




¿Soy yo sola la que tiene esa locura con la madera, o alguien me entiende?



sábado, 21 de abril de 2012

Home Design Store

Home Design Store es uno de los locales que visito de vez en cuando, sólo para mirar. Esta vez la excusa era llevar a mi hermana Vicky que está de visita. “Can I take a couple of pictures?”, “Yes, of course, go ahead”. Claro que no sospecha que mi “par” de fotos nunca baja de doscientas...

La idea de este post es compartir con Ustedes los muebles de Home Design Store. ¿Por qué me gustan? Porque son de madera por donde se los mire. No tienen fondos ni cajones de aglomerado o terciado. Abro las puertas de un vajillero y toco el fondo entablonado y no lo puedo creer. Se siente el olor a la madera. Y a varias capas de pintura. Es el estilo de este local. Los muebles, en general, tienen un decapado muy rústico que deja ver pinturas de distintos colores, una sobre otra. Se ven craquelados, envejecimientos, lustres. Los colores son fuertes pero velados por pátinas. Toco todo. Abro las puertas y los cajones. Madera, sólo madera. Increíble para esta época.

Acá les presento algunos. Espero que les gusten.










Y mi elegido es...




Gracias por leerme. Vicky también publicó algo al respecto. No dejen de pasar por Cantando Victoria.





miércoles, 18 de abril de 2012

Stencil: lo prometido es deuda

En mi post ¡Sí al cambio! del 26 de marzo, mencioné entre las técnicas de decorado de muebles el esténcil, aclarando que no lo había probado pero que tenía un proyecto que lo involucraba. He aquí mi proyecto terminado.


Usé la técnica de esténcil para imprimir la tela de esta silla y darle un nuevo look. Para acompañar el cambio de tapizado le saqué el barniz oscuro que tenía y lo reemplacé por un impregnante natural que protege la madera, pero la deja clara. Para acentuar más el paso de los años, dejé que el barniz oscuro quedara en algunos lugares, especialmente donde había golpes.


Los que hayan hecho laboratorio fotográfico (del de antes) van a encontrar ciertas similitudes entre esta técnica y hacer contactos. El esténcil puesto sobre la tela es como el negativo puesto sobre un papel fotosensible. La pintura es como la luz de la ampliadora, y la sensación al remover el esténcil es muy parecida a la de poner el papel en la cubeta con revelador y ver aparecer la imagen. Soy fanática de la fotografía digital, más de lo que fui de la de rollo, pero reconozco que perdimos ese momento de expectativa y de revelación que era uno de los grandes placeres del laboratorio.
Según lo que leí, el que yo usé es el que se conoce como esténcil inverso…  ¿será porque soy zurda? Les explico: en vez de calar una imagen en un papel o plástico, el esténcil inverso usa una imagen recortada, que se apoya o pega sobre la superficie a decorar, y se pinta alrededor. La imagen, entonces, es lo que queda sin pintar.


Antes de que me atribuyan créditos, les cuento que el esténcil lo hice con templates de un libro de Lena Corwin, “Printing by Hand”. Afortunadamente para Ustedes, encontré el tutorial con los templates en Etsy, así que acá les doy el link por si  les interesa probarlo. La autora usa los templates en una cajonera de madera, pero yo los quise usar en esta silla de director que tenía archivada hace años.   
Por ser una técnica nueva les voy a mostrar algunas fotos del proceso y les voy a explicar los pasos que seguí a ver si logro que alguno se anime a intentarlo. No quiero escuchar “Por acá no tiran nada” ni “No tengo una silla así”, porque esta técnica se puede aplicar a muebles, cajas, géneros, latas, tapas de inodoro, etc., etc., etc.
Mi única recomendación, si lo van a aplicar en géneros que quieran lavar (como fundas de almohadones, manteles, etc.), es que usen pintura para tela. Pueden usar un rodillo para evitar que los stickers se despeguen con el pincel.

Los ingredientes:
1 Silla de director
Papel y lápiz
50 cm de contact (papel vinílico adhesivo)
½ lata de pintura en aerosol de un color que contraste con el género
200cc de impregnante natural para pintar la silla
Muchos clavitos de tapicería



El proceso:
Paso 1: Le saqué el género a la silla de director, sirviéndome de un alicate (todas las pinzas tienen nombre, a no confundir).
Paso 2: Lavé el género, que estaba bastante manchado.
Paso 3, 4 y 5: Corté las figuras en papel, los tracé en el reverso del contact (papel vinílico adhesivo) y corté el contact. Con esto logré que las figuras sean como stickers.
Paso 6: Pegué los stickers en el género limpio, tratando de hacer una composición agradable (cosa que me cuesta).
Paso 7: Pinté los géneros con aerosol satinado Painter’s Touch color “Moss Green” (Le dí 2 manos).
Paso 8: Cuando la pintura estuvo bien seca, despegué los stickers.
Paso 9: Lijé la silla con lijadora eléctrica y esponjitas lijadoras.
Paso 10: Pinté la silla con impregnante (Wood Stain, que allá en Argentina es Cetol o similar) sin color.
Paso 11: Clavé los géneros del asiento y el respaldo a la silla, usando clavos de tapicería (esos negritos chiquitos muy filosos).


Si alguien llegó hasta acá, ¡gracias por el aguante! Jaja! Sí, ya se, son 11 pasos. Pero los pueden hacer en 11 días distintos, espaciados en 11 semanas, y van a ver que no es taaanto trabajo.
¡Espero que les haya gustado!



lunes, 9 de abril de 2012

¿Por qué la mesita cruzó la calle?

Distintas personas ilustres darían diferentes respuestas a esta pregunta, pero lo cierto es que la mesita de la que les hablo cruzó la calle porque mis hijos necesitaban una mesita de luz. Fue una grata casualidad que el vecino de en frente la sacara a la calle.

La mesita en sí tenía todas las características para que alguien la descartara: calidad regular con un único herraje del estilo de los que se puede ver en los muebles modernos de los hoteles yanquis, y varios rayones en su pintura marrón wengue.


(este era el color original)


Enseguida la convertí al estilo del cuarto de los chicos: tenía que ser blanca, así que la pinté con pintura en aerosol blanca satinada. Para que combinara más con el cuarto, ya que la estaba transformando, pinté el cajón con acrílico verde claro, que sellé con barniz mate. El herraje lo cambié por uno más rústico que compré online (que no fue exactamente lo que esperaba recibir pero no le iba a dar tantas vueltas). Finalmente, la completé con una caja forrada en tela del mismo color que el cajón, que usamos para guardar los pijamas, gran solución.




Mi conclusión después de haber intervenido esta mesita es que cualquier mueble, por más moderno y masivo que parezca, puede transformarse en algo cálido y apto para un ambiente de chicos. ¡Sólo hay que pintarlo!

Muchas gracias por leer. ¡Espero que sirva de idea!



martes, 3 de abril de 2012

Fiesta de Enlaces

Respondiendo a la invitación de Eli de Zapallos en almibar, me animé a hacer una "manualidad" para Pascua. Quería que tuviera que ver con lo que publico normalmente, pero no me convencía decorar con motivos de conejitos o huevitos alguno de mis muebles. Así es que decidí hacer algo con madera, aplicando algunas técnicas, materiales y herramientas que sí uso con mis muebles.

Sentada frente a una hoja de papel y a una caja de lápices de colores, me embarqué en la tarea de hacer un Memotest o Juego de Memoria para mis hijos. Acá les muestro todas las etapas de mi trabajo (que se podría simplificar bastante usando maderitas pre-cortadas o cartón - pero yo quería usar mis herramientas!). 



Lo primero que hice fue dibujar en una hoja 15 huevitos y los decoré con lápices de colores. Le saqué dos fotocopias color a la hoja (logrando 15 pares de huevitos). A continuación corté maderitas, todas iguales, y las lijé. Después recorté los huevitos, todos en pares, y los pegué a las maderitas. Finalmente le di una mano de Laca al Agua transparente a cada pieza, para proteger el "decoupage".

 

De mi Mamá que es Maestra Jardinera aprendí que los Juegos de Memoria son un muy buen estímulo para los chicos chiquitos. Los de uno o dos años pueden jugar a "encontrar uno igual a este" y a armar parejas y los de 3 años o más ya pueden jugar con las piezas mirando hacia abajo, a ver quién se acuerda dónde estaba ese dibujo (el típico Memotest).

Espero que les haya gustado. Como ven, ¡ya lo estamos disfrutando!

¡Gracias por pasar!

Sole


lunes, 2 de abril de 2012

La actividad del mes de abril: LIJAR

Lijar es una parte muy importante del reciclado de muebles. Mis primeras obras de reciclado sólo incluían lijar, porque se trataba de muebles antiguos, de madera digna de ser vista, y me gustaba dejarlos lavados. He lijado horas y horas con papel de lija, doblándolo y volviéndolo a doblar, tratando de no lijarme los dedos. Eso hasta que compré mi lijadora eléctrica, y mi vida cambió. Bueno, no es para tanto, pero tenerla me motivó a hacer del reciclado de muebles algo frecuente. Salir a buscar muebles se convirtió en mi rutina de los jueves a la mañana (por acá las cosas grandes se tiran los jueves) y de a poquito fui transformando algunas porquerías en mis muebles preferidos.


Mi lijadora eléctrica es el modelo Mouse de Black & Decker. Tiene la ventaja de tener forma de plancha (aunque un poco más chica) así que es muy útil para llegar a las esquinas. Las lijas se compran en paquetes de 5, de grosor a elección, y se pegan a la parte de abajo de la lijadora con velcro. La lijadora eléctrica es muy práctica para sacarle la pintura a un mueble (yo no uso removedores químicos), o lograr una superficie más rugosa para pintar (sin llegar a sacar la pintura anterior).
Este tipo de lijadora no es buena para la lijada final de un mueble ni para el envejecimiento porque al lijar en forma orbital deja marcas circulares en la pintura. Para esos casos es mejor tener a mano un papel de lija normal, o una de mis esponjitas lijadoras.


Los Sanding Blocks (o esponjitas lijadoras, como les digo yo) son mi nueva herramienta de lijado, que empecé a usar para manualidades (cada tanto hago alguna cosita) y que rápidamente incorporé al trabajo con muebles porque son increíblemente útiles. Vienen en distintos grosores y son ideales para lijado entre capas de pintura, decoupage, lijado final antes de encerar, o para darle una última pulida a algún mueble que quedó un poco áspero. Cuando se “empastan” con pintura, se lavan y listo. Obviamente que después de mucho lijar se van gastando, pero tienen mucha más vida útil que varios papeles de lija, y no son tan duras para las manos (algo que sé que a las mujeres nos importa).
Lijar es tal vez la actividad más agotadora del reciclado de muebles, pero es un paso que hay que hacer para lograr un buen resultado final. Acá que tenemos 35 grados casi todo el año, mis lijadas son de a poco, un rato por día, intercalando baños de agua fría. Pero no me quejo, a mi me resulta una tarea muy relajante. Las horas de lijado son momentos para ensimismarse y pensar un rato.  
Es bueno que sepan que siempre que lijo uso un barbijo y anteojos protectores. No voy a arruinar mi salud por salvar un mueble, y es sabido que el polvillo es terrible para los pulmones y para los ojos. Les sugiero que siempre usen protección, especialmente con lijadoras eléctricas.
Si Ustedes usan otro tipo de herramienta o método para lijar, o tienen ideas o sugerencias, les pido que me cuenten, así intercambiamos experiencias y aprendemos juntos. ¡Muchas gracias!
Sole

PD: Un agradecimiento especial al Playmobil Guardaparque que posó con mis herramientas para darles dimensión.